Psicología Política

Antecedentes Históricos

Los antecedentes inmediatos de la Psicología Política datan de principios del siglo XX, desarrollándose investigaciones y teorías en el marco de la Psicología y especialmente de la Psicología Social.

La noción de «Psicología Política» fue introducida de manera explícita en 1910 por Le Bon y se considera a Harold Dwight Lasswell como el fundador de la Psicología Política en 1934, año que se inauguró como disciplina.

Años más tarde por la década de los 70 comienza una periodicidad de trabajos (Citado por Benbenaste, 2005).

En 1973 se publica el primer Manual de Psicología Política y en 1978 se funda la Sociedad Internacional de Psicología Política (ISPP), lo cual constituye un hecho institucional clave, formalizando la creación de una comunidad que se identifica y es identificada como psicólogos políticos.

En 1979 se funda la Revista Political Psychology, órgano oficial de la sociedad. En 1987 en España se realiza el Primer Congreso de esta disciplina. Y en 1990 se funda la Revista española de Psicología Política. (Citado por el Grupo de Trabajo de Psicología Política del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, 2003).

Definición

Ahora bien, es importante preguntarnos que se entiende por Psicología Política. Al respecto, Yáber & Ordoñez (2005) señalan que es una sub-disciplina de la psicología que se ocupa de las interacciones y relaciones de mutua influencia entre las instituciones políticas y el comportamiento de los ciudadanos.

Según el Grupo de Trabajo de Psicología Política del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (2003), la Psicología Política es la disciplina científica que trata de describir y explicar el comportamiento político, estudiando los factores biológicos, psicológicos, sociales y ambientales que influyen en él.

Trata de responder, entre otras, a las siguientes preguntas:

Ø ¿Qué hace que las personas votemos por una opción política?

Ø ¿Cómo podemos evitar y resolver las guerras y el terrorismo?

Ø ¿Cómo se pueden mejorar las decisiones que toman los gobernantes?

Ø ¿Cómo pueden mejorar los políticos su comunicación con los ciudadanos?

Ø ¿Qué deben hacer los miembros de los partidos para conseguir ser receptivos a las demandas de los que no pertenecen a ellos?

Ø ¿Qué podemos hacer las personas para influir en los asuntos políticos?

Por otro lado, en su análisis del objeto de la Psicología Política, Martín Baró (1991) señala que existen tres formas posibles de entender el comportamiento político:

1. En primer lugar, comportamiento político es todo aquel que se realiza dentro del Estado. Los protagonistas de ese comportamiento pueden ser las instancias estatales o sus representantes, o bien los ciudadanos en cuanto se relacionan con aquellas. Corresponde a una concepción institucionalista de la política.

2. Otra posible forma de entender la política, toma como eje definitorio uno de los aspectos fundamentales de la vida social, el poder. De esta manera, conducta política sería aquella en la que interviene alguna forma de poder. Asumiendo que el poder es co-sustancial a la vida política y social en general, resulta, precisamente por ello, poco clarificador para utilizarlo como elemento diferenciador entre el comportamiento político y el que no lo es. Martín Baró había señalado al respecto que todo comportamiento interpersonal o intergrupal supone algún grado de poder, por mínimo que sea y, por consiguiente, sería político. Pero si todo comportamiento es político, el objeto de la Psicología Política se vuelve excesivamente amplio y aún vago, y en la práctica casi puede identificarse con el objeto de la Psicología en general.

3. Otra posibilidad de entender un comportamiento como político es a partir de la relación e impacto que produce en un orden social. Para Martín Baró sólo aquellos comportamientos que tuviesen algún efecto significativo sobre el sistema social, ya fuese para mantenerlo o cambiarlo, serían considerados políticos. (Citado por Sabucedo, 1996).

A su vez, Benbenaste (2005) plantea que el objeto de estudio de la Psicología Política, implica tomar y reconsiderar aportes de lo que hoy se establece en distintas disciplinas.

Considera que debe articular:

• Las características del desarrollo y sus implicancias en las mediaciones institucionales y en la vida cotidiana del espacio público.

• La relación entre el sujeto del desarrollo económico (del mercado) y el sujeto de la democracia.

• Las formas de poder en la dinámica y en los efectos subjetivos en el campo de la política.

Como se puede observar no existe una definición única sobre la Psicología Política y su campo de estudio, aún cuando hay algunos consensos, falta aún una mayor precisión teórico/conceptual sobre sus principales constructos hipotéticos, los cuales son objeto permanente de investigaciones que intentan esclarecer, ampliar y enriquecer los conocimientos que hasta hoy existen

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