Enfoque Iatmul
El marco de referencia de Itamul Centro de Pensamiento social tiene relación con un enfoque de necesidades y recursos, con un planteamiento respecto del develamiento de ideologías que suelen ser nocivas para los seres Humanos.
Una de los procesos más potentes y luminosos del ser Humano es el empoderamiento o empowerment (Individual y comunitario), ya que permite a las personas desarrollar habilidades y generar aprendizaje y conocimiento, el cual trae consigo un aumento en recursos emocionales y materiales.
Un modelo de satisfacción de necesidades es propuesto en el libro de Manfred Max-Neff Economía a Escala Humana, permite tener un marco para intervenir en comunidades y grupos que quieren lograr satisfacer necesidades de diverso origen. Son unos satisfactores que permiten tener un esquema para el logro de las actividades propuestas para satisfacción de necesidades.
Otro aspecto aspecto teórico es el Enfoque sistémico cibernético de segundo orden, en la cual el observador está incluído en lo observado, este afecta al objeto en observación. Además para entender este marco debo comentar que presento preferencia o me inclino por el psicoanálisis, el construccionismo social, el posmodernismo, el Humanismo, La gestalt y el enfoque social en Psicología.
Construccionismo social
El construccionismo social es un enfoque que puede ser gran utilidad en el momento de plantear una investigación en la cual se quiere comprender una situación o hecho a estudiar La orientación Construccionista social emerge tras la crisis de la psicología social, para intentar hallar una metateoría que pudiera ser una alternativa válida frente al modelo empiricista de la ciencia que caracteriza a la corriente dominante en la disciplina (Ibañez, 1990)
El construccionismo exige que no se acepte la evidencia con que se imponen a nosotros las categorías naturales, y que se investigue el grado en que los mencionados referentes pueden no ser sino meras construcciones cultural y socialmente situadas o meros productos de las convenciones lingüísticas. En ese sentido "el construccionismo es meramente crítico en la medida en que cuestiona todo aquello que hemos considerado como garantizado porque era auto evidente, obvio o natural (Sampson, 1986).
La crítica construccionista de los supuestos empiricistas se nutre también de las aportaciones de Gadamer, insistiendo sobre el carácter siempre cultural e históricamente situado de los marcos de referencia interpretativos a partir de los cuáles las personas, incluídos los científicos, acceden a los significados.
La orientación hermenéutica es la de Gadamer (1960). Para este autor, "toda interpretación es dependiente de sus condiciones sociohistóricas de producción y de los anclajes culturales y linguísticos del sistema de significados que la articulan". Gadamer nos plantea que "el propio modo de participación del ser humano en el mundo pasa irremediablemente por la comprensión" (Gadamer, 1960). Tomás Ibañez (1994) por su parte nos dice que "la genealogía de los fenómenos sociales está presente en ellos mismos".
No son los procesos internos de los individuos los que generan lo que se acepta como conocimiento, sino un proceso social de comunicación. Es en el seno de un proceso de intercambios sociales donde se engendra la racionalidad. (Gergen, 1982).
Tomás Ibañez también nos dice que "el construccionismo disuelve la dicotomía sujeto-objeto afirmando que ninguna de estas dos entidades existe propiamente con independencia de la otra, y que no da lugar a pensarlas como entidades separadas, cuestionando así el propio concepto de objetividad.
Algunas características del construccionismo, es que "se aleja de la predicción y el control y se identifica con el interés por la comprensión y emancipación intentando elaborar teorías generativas, es decir, teorías que tengan la capacidad de cuestionar las asunciones dominantes de la cultura, de plantear cuestiones fundamentales en relación con la vida social contemporánea, de propiciar la reconsideración de aquello que se da por evidente y genera de esta forma nuevas alternativas para la acción social" (Gergen, 1982).
Esta capacidad hace posible que los seres humanos hayan sido capaces de verse como objeto de análisis, lo que ha abierto la posibilidad de construir el mundo de los significados compartidos y la intersubjetividad, condiciones necesarias para la constitución de lo social.
Reflexividad es un concepto crucial en toda práctica de producción de conocimiento científico. Para Jonathan Potter (1996):"la reflexividad se refiere a un conjunto de cuestiones que se plantean cuando consideramos la relación existente entre contenido de una investigación y los escritos y las acciones de los investigadores". Por otra parte
En este sentido Margot Pujal (1994) plantea que históricamente se ha considerado una determinada subjetividad como universal y legítima en sí misma, como intersubjetividad.
